«resiliencia», con «i» tras la «l», grafía adecuada

Para referirse a la ‘capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos’, el término adecuado es resiliencia, no resilencia.

Sin embargo, en los medios de comunicación de Cuba, es posible encontrar ejemplos como los siguientes:

  • «Santiago de Cuba en apuesta por la resilencia cultural».
  • «Plan y presupuesto en Santiago de Cuba: asambleas de la resilencia».
  • «Los corales en Cuba, arrecifes considerados entre los 50 más resilentes del mundo».

De acuerdo con el Diccionario de la lengua española, el vocablo resiliencia proviene del inglés resilience, y este derivado del latín resiliens, -entis, participio presente activo de resilīre ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’. El adjetivo derivado es resiliente, no resilente.

Así pues, en los ejemplos iniciales, lo apropiado habría sido redactar las informaciones como se muestra a continuación:

  • «Santiago de Cuba en apuesta por la resiliencia cultural».
  • «Plan y presupuesto en Santiago de Cuba: asambleas de la resiliencia».
  • «Los corales en Cuba, arrecifes considerados entre los 50 más resilientes del mundo».
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