El vocablo químico, empleado en Cuba para referirse a drogas sintéticas de bajo costo y fuerte efecto adictivo, no necesita comillas ni cursiva.
Sin embargo, en los medios de comunicación de Cuba es posible encontrar ejemplos como los siguientes:
- «¿Cómo juzgar el tráfico y tenencia del “químico” en Cuba?
- «El “químico” que intoxica la vida… y las redes».
- «La espiral destructiva de “El Químico”».
Esta voz alude a la ‘droga sintética de bajo costo, fabricada en laboratorios clandestinos con sustancias de fuerte efecto adictivo, popular entre algunos jóvenes en Cuba’.
Su origen podría deberse a un caso de metonimia, en el que se alude al producto por el lugar en el que se produce (un laboratorio químico) o a la manera de obtenerlo (mediante procesos químicos).
Al igual que otros términos de este ámbito, como papelito o piedra, químico se ha popularizado en el español de Cuba. De ser una voz propia del léxico juvenil ha saltado a los medios de comunicación y al debate público, lo que justifica su tratamiento como nombre común.
Si bien en un principio las comillas podrían alertar sobre la novedad del término, a juzgar por lo antes expuesto, habría sido preferible redactar los ejemplos iniciales como se muestra a continuación:
- «¿Cómo juzgar el tráfico y tenencia del químico en Cuba?
- «El químico que intoxica la vida… y las redes».
- «La espiral destructiva del químico».