terremotos, claves de redacción

Para una mejor redacción de las informaciones relacionadas con los terremotos, ofrecemos las siguientes recomendaciones lingüísticas.

1) sismo y temblor son sinónimos de terremoto

Para referirse a la ‘sacudida violenta de la corteza y manto terrestres, ocasionadas por fuerzas que actúan en el interior de la Tierra’ son válidos los términos terremoto, temblor (usado en América), sismo y seísmo (preferido en España), como consta en el Diccionario de la lengua española.

Según la Real Academia Española, «todo movimiento telúrico es un terremoto o temblor de tierra, incluso los de menor grado, aunque en términos no técnicos los de menor intensidad, que no producen colapsos o daños estructurales, generalmente se denominan temblores».

2) escala de Richter, escritura adecuada

La escritura adecuada del nombre de la escala que mide la magnitud del terremoto es escala de Richter, con escala en minúscula por tratarse de un empleo genérico de ese sustantivo. Por tanto, no son apropiadas expresiones como Escala Richter, escala Richter ni escala de richter. 

3) martemoto, término válido

Para referirse al ‘movimiento sísmico detectado en Marte’ el término martemoto es apropiado en español. Debe escribirse en minúscula por tratarse de un nombre común. Sin embargo, como señala la FundéuRAE, «resulta más preciso hablar de terremoto en Marte, ya que el sustantivo terremoto no tiene por qué hacer referencia exclusivamente al planeta Tierra, sino a cualquier movimiento violento del terreno».

4) sunami, mejor que tsunami

Tsunami y sunami son grafías válidas para referirse a la ‘ola gigantesca producida por un maremoto o una erupción volcánica en el fondo del mar’; aun así, recomendamos la segunda forma, pues es la que refleja la pronunciación real en español. Conviene recordar que la Ortografía académica para hacer primar el criterio fonológico sugiere la simplificación del grupo ts-.

5) maremoto y sunami, matices de significado

Tal y como consta en algunos diccionarios de uso, sunami puede equivaler a maremoto. Aun así, hay diferencias de sentido entre estos términos, pues maremoto alude al ‘terremoto submarino’, es decir, a la ‘agitación violenta de las aguas del mar a consecuencia de una sacudida del fondo, que a veces se propaga hasta las cosas dando lugar a inundaciones’.

6) hipocentro y epicentro, diferencias

El hipocentro es el ‘punto del interior de la corteza terrestre donde tiene origen un terremoto’, mientras que el epicentro alude al ‘centro superficial del área de perturbación de un fenómeno sísmico, que cae sobre el hipocentro’. Por tanto, conviene no confundir dichos términos.

7) ocurrencia, uso y abuso

Ocurrencia es, también, ‘hecho de ocurrir algo’, por eso, en el uso, este sustantivo se emplea como sinónimo de aparición, presencia, frecuencia o coincidencia. Así, es válido en frases como «Se señala la ocurrencia del temblor a las 11 de la mañana», pero se recomienda no abusar de él y emplear palabras o frases equivales como las ya sugeridas.

8) nombre de las regiones, en minúscula

Si el sustantivo occidente se emplea para referirse al punto cardinal o a una parte de un país, se emplea con inicial minúscula, no así cuando se usa para referirse al conjunto de países cuyas lenguas y culturas tienen su origen principal en Europa. Lo mismo puede decirse de oriente, que va con mayúscula para los países de la cultura asiática, pero en minúscula de modo genérico.

9) símbolos, invariables

Según la Ortografía de la lengua española, los símbolos, a diferencia de las abreviaturas, se escriben siempre sin punto: m (metro), N (norte), km (kilómetro). Presentan una forma fija e invariable en lo que atañe a su escritura con mayúsculas o minúsculas. Además, se escriben pospuestos a la cifra que los cuantifica y separados de ella por un espacio: «Los 10 km recorrió el deportista».

10) puntos cardinales, en minúscula

Los nombres de los puntos cardinales (norte, sur, este, oeste) y de los puntos del horizonte (noroeste, sudeste, etc.) se escriben con inicial minúscula, de acuerdo con la última edición de la Ortografía de la lengua española. 

11) escritura de la hora, forma correcta

Las abreviaturas a. m. y p. m., del latín ante meridiem y post meridiem, deben escribirse en minúscula, con punto y espacio entre cada letra, y en redonda, a pesar de abreviar una expresión latina, pues por ser de uso frecuente en los textos de carácter general no necesita resalte tipográfico: 11 a. m.

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