Los términos resiliencia y resistencia, aunque cercanos en su significado, no son equivalentes, de modo que conviene diferenciarlos.
De acuerdo con el Diccionario de la lengua española, el vocablo resiliencia alude a la ‘capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos’, aunque no siempre tiene que ser una situación traumática. Implica, por tanto, flexibilidad para volver a un estado anterior, que, luego de enfrentar las dificultades, puede ser mejor o no.
En los medios de comunicación de Cuba, es posible encontrar ejemplos como los siguientes:
- «Santiago de Cuba, en apuesta por la resilencia cultural».
- «Los corales en Cuba, arrecifes considerados entre los 50 más resilentes del mundo».
En los casos anteriores, lo apropiado habría sido escribir resiliencia, con i tras la l, no resilencia, y resiliente, no resilente.
Resiliencia proviene del inglés resilience, y este derivado del latín resiliens, -entis, participio presente activo de resilīre ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’.
La Real Academia Española señala que «no se ha conservado en español un verbo que procesa del latín resilīre, por lo que se emplea una expresión pluriverbal tener resiliencia».
Por su parte, resistencia es la ‘acción y efecto de resistir (tolerar, aguantar o sufrir)’. Se refiere más a la fortaleza para enfrentar los desafíos sin necesariamente adaptarse o cambiar.
Así pues, tanto resiliencia del pueblo cubano como resistencia del pueblo cubano son expresiones válidas, pero no significan exactamente lo mismo, según lo precisado en esta recomendación.
Una primera versión se publicó el 8 de septiembre de 2023.
Válida aclaración. Es cierto, la palabra resiliencia no siempre es bien utilizada y como desde hace un tiempo se ha puesto de moda a veces se quiere utilizar hasta por gusto.