Por primera vez, Buen Idioma ha seleccionado de entre una docena de voces que, a nuestro juicio, ha marcado el 2020, su palabra del año: nasobuco, un término muy cubano que alude a la mascarilla para protegerse de agentes patógenos o tóxicos, de indudable presencia en el día a día y, por supuesto, en la actualidad informativa de los medios de comunicación.
Más del 60 % de las palabras candidatas estaban indisolublemente ligadas al coronavirus, desde pandemia hasta el propio nombre de la enfermedad, COVID-19. Algunas nos llegaban del mundo de las tecnologías como meme y emoji; en tanto, había otras de reciente aparición como suánfonson.
No pretendíamos seleccionar el término más novedoso ni el más escuchado, sino uno al que le hayamos dedicado una recomendación, por lo que debía tener cierto interés desde el punto de vista lingüístico, bien pudiera ser por su significado y etimología o, simplemente, por su pronunciación.
El Diccionario de la lengua española no es un repertorio exhaustivo, capaz de contener todos los términos —válidos o no— de una lengua. Para asombro de muchos, nasobuco, en esta obra académica, no* tiene aún ninguna entrada entre los más de 93 000 ya documentados.
Que nasobuco no aparezca en el DLE ni en otras obras cubanas de referencia, como el Diccionario básico escolar, el Diccionario ejemplificado del español de Cuba, el Diccionario de frases populares en la literatura cubana o el Diccionario de frases, dichos y otros males del cubano, etc., no quiere decir que sea un término inadecuado.
Próximamente, para tranquilidad de los cubanos y de otros hablantes que escuchen el término nasobuco, según informó la Agencia Cubana de Noticias, en la quinta edición del Diccionario básico escolar, elaborado por el Centro de Lingüística Aplicada, de Santiago de Cuba, se incorporarán términos relacionados con la pandemia de COVID-19, a saber: coronavirus, mascarilla y nasobuco.
El cubanismo nasobuco, según la RAE, «es una voz documentada en textos cubanos actuales, aunque escasamente, usada en referencia a las mascarillas sanitarias. Puede entenderse como un acortamiento de nasobucofaríngeo o como deformación de nasobucal (protección nasobucal)».
Sobre la posible etimología de esta palabra, en la sección El español nuestro, del diario Granma, la profesora cubana María Luisa García Moreno, ha precisado que nasobuco está formado por naso, del latín nasus, ‘nariz’ + buco, del latín bucca, ‘boca’.
Mientras la RAE incluye dicho término en su corpus de palabras, otro cubanismo como tapaboca, un poco menos exacto que nasobuco, ya tiene una entrada en el lexicón con el sentido de ‘mascarilla del médico’, significado con el que, asimismo, se le conoce en México y Uruguay.
Asimismo, el DLE documenta tapaboca con otra acepción: ‘mascarilla para proteger de agentes patógenos o tóxicos’, significado que también comparte con nuestros hermanos mexicanos. Pero ¿cómo le dicen al nasobuco en otros países?
En otras naciones del mundo hispanohablante, lo usual es el empleo de la conocida mascarilla sanitaria (o mascarilla), tapaboca, cubreboca o barbijo, vocablo, este último, propio de Argentina y Bolivia.
De los términos anteriores, todos documentados en el español americano y con diversa preferencia según las áreas, nuestro bienamado es nasobuco. Ya muchos cubanos le han cogido hasta cariño y le dicen «el naso», acortamiento que, en principio, sería válido.
Sin embargo, resulta inadecuada y, desde luego, no la recomendamos, la forma *nasabuco, término que a veces se escucha en el lenguaje coloquial y sugerimos evitar en la lengua esmerada. Esta pronunciación impropia ha dado lugar a varios memes que han recorrido la red de redes en los últimos meses.
Pero el nasobuco, ya inmortalizado en los versos de la canción Pórtate bien, de Alejandro García (Virulo) y Buena Fe, también fue materia prima de los ingeniosos caricaturistas con los que contamos —con orgullo— en nuestros medios de comunicación.
Hoy, cuando vemos nasobucos por doquier, de diferentes tipos y colores: desechables, caseros, modernos, cómicos…, aún no todos concientizan que esta prenda llegó para quedarse y que usarla, adecuadamente, más que una responsabilidad personal es social.
Esa combinación de factores lingüísticos y de la actualidad es la que justifica que nasobuco sea la palabra del año para Buen Idioma. La decisión no fue fácil, pues, verdaderamente, muchos vocablos quedarán ligados al 2020: coronavirus, COVID-19, pandemia, médicos, PCR, aislamiento, muertes, ansiedad, posponer…
De igual forma, nuestro público votó en redes sociales por esa palabra que describió su 2020. Tras varios días, en nuestro canal de Telegram nuestros seguidores emitieron criterios: resistencia, fuerza, perseverancia, recuperación, y resiliencia, siendo coronavirus la palabra más mencionada en el canal y, por tanto, el vocablo de los lectores de la revista para este año.
Gracias a todos los cubanos resilientes, los que no miran las caídas, sino que se levantan y siguen adelante. Que el 2021 nos sorprenda con nuevos retos. El próximo año Buen Idioma seguirá transitando junto a ustedes el camino de la corrección idiomática: arduo, pero, sobre todo, necesario.
Desde diciembre de 2021, el Diccionario de la lengua española en su versión en línea ya documenta el término nasobuco con el sentido 'mascarilla'.