Desde su constitución oficial el 3 de octubre de 1714, Real Academia Española es el nombre de esta institución tricentenaria cuyo fin es «velar por que los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de los hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico», tal y como consta en sus estatutos vigentes.
Sin embargo, en los medios de comunicación de Cuba encontramos ejemplos como los siguientes:
- «En 1713 fue creada en Madrid la Real Academia de la Lengua (RAE)».
- «Para la selección, la Real Academia de la lengua Española se ha servido de las palabras más consultadas y frecuentes».
- «Mantiene una activa comunicación consultiva con la Real Academia de la Lengua Española».
Como ha aclarado la corporación en su cuenta oficial en Twitter, «el nombre de esta institución ha sido siempre Real Academia Española, de ahí sus siglas RAE». Desde 1715 su lema es «Limpia, fija y da esplendor».
Por otra parte, conviene recordar que la obra académica lexicográfica por excelencia, elaborada por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, se llama Diccionario de la lengua española, cuya sigla es DLE, no DRAE, como así se denominó hasta 2014.
Así pues, en los ejemplos iniciales lo apropiado habría sido escribir Real Academia Española, como se muestra a continuación:
- «En 1713 fue creada en Madrid la Real Academia Española (RAE)».
- «Para la selección, la Real Academia Española se ha servido de las palabras más consultadas y frecuentes».
- «Mantiene una activa comunicación consultiva con la Real Academia Española».