En el Palacio del Segundo Cabo, el doctor en Ciencias Filológicas José Antonio Baujín Pérez pronunció este 23 de septiembre su discurso de ingreso como miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua (ACuL).
Dedicó sus palabras iniciales a agradecer a los miembros de la ACuL por el honor que le confieren al permitirle formar parte de una institución que, «con la fuerza del prestigio granjeado, tanto en la arena nacional como en su cometido de embajadora de nuestra cultura más allá de sus fronteras» se enfrenta a los «muchos y grandes retos que la hora actual sitúa en camino del cumplimiento de sus misiones».
Baujín, quien es autor de varios volúmenes, como Con un himno en la garganta (Editorial UH, en coautoría con Mercy Ruiz, 2019), dedicó su disertación a lo que él denominó «el carpenteriano asunto colombino», sin duda, un exhaustivo recorrido por las obras del escritor cubano Alejo Carpentier, en especial, por El arpa y la sombra.
«Soy de profesión y naturaleza un profesor, en el que se funden —son sus palabras— la pasión con la docencia, la investigación y la gestión editorial», expresó este seguidor de las rutas carpenterianas, quien hoy tomó posesión del sillón «N», anteriormente ocupado por el escritor Pablo Armando Fernández (1929-2021).
Durante la ceremonia, en nombre de la corporación lo recibió el también académico y ensayista Reynaldo González Zamora, quien reconoció la labor de este destacado profesor titular de la Facultad de Artes y Letras en el cuidado de la lengua española y resaltó el desempeño de Baujín como escritor de «probada pasión por los caminos grandes de los novelistas internacionales».
Al finalizar, el vicedirector de la ACuL, Jorge Fornet, le obsequió a Baujín —actualmente vicerrector de la Universidad de La Habana— un ejemplar de la obra lexicográfica por excelencia, el Diccionario de la lengua española; asimismo, le hizo entrega del diploma acreditativo como miembro de número y de la medalla académica, en la cual aparece grabado el lema de la institución «Letra y espíritu».